COMENTARIO FINAL DE "POBRE GALLO"

Gentileza Mega

Hoy concluyó la tercera teleserie vespertina del área dramática de Mega liderada por María Eugenia Rencoret, "Pobre Gallo", producción dirigida por Nicolás Alemparte y Enrique Bravo.

 Desde antes de su debut fue comparada con "Pituca Sin Lucas", motivos había: Mismas parejas, mismos triángulos amorosos, mismos guionistas, elenco similar, la figura del forastero como protagonista y más, creando altas expectativas que no se vieron saciadas, ya que a diferencia de la teleserie de las casas pareadas y el terminal pesquero, "Pobre Gallo" tenía más madurez, menos ingenuidad, menos romántica, fue más real y a la vez más caricaturizada, un producto distinto que provocó una leve decepción en el público.

 En teleserie hay veces en que las etnias presentan su cultura en tono de comedia, los turcos en "Corazón Pirata", los italianos en "Tentación", en menor medida los palestinos en "Los Pincheira", pero que los mapuches fueran presentados como caricatura no fue bien visto, criticado por varios sectores, principalmente por quienes se vieron afectados y no representados. 

 Se agradece la historia de pueblo, el retén de carabineros lejos lo más logrado, todos sus integrantes destacaron y pese que con la muerte de Railef nos cambiaron las reglas del juego drásticamente, pasando de una comedia hilarante a un drama de proporciones, el apoyo mediático y de sintonía dejó en evidencia lo que muchos piden a gritos: Una pausa a tanta comedia.

 La historia escrita por Rodrigo Bastidas, Elena Muñoz, Milena Bastidas, Hugo Castillo y Alejandra Saavedra se sintió algo discontínua y desordenada, muy cambiante. Personajes no muy claros en su participación en el transcurso de los 160 capítulos, que se perdían en la continuidad o mutaban, poco conclusivo a veces, el triángulo principal no se mantuvo e incluso la pareja principal a veces carecía de atención.

Personajes muy bien interpretados, Ingrid Cruz acaparó la atención de las escenas con la histriónica alcaldesa, maravillosa, era una pesada que se ganaba el cariño. Ignacio Garmendia mostró una mayor seguridad interpretativa, más lúdica, entregándose al juego ¡Sacatá! faltó que el guion le sacará mayor provecho. Fernando Godoy logró distanciarse de Nachito Larraín de "Casado con Hijos", con el cabo Huaiquimil se lució en drama y comedia. Espectacular Dayana Amigo, quien con Jackie Galindo hizo mediático su talento interpretativo que ha mostrado de manera camaleónica en distintas producciones. Excelente Andrés Velasco quien hizo reír y se hizo odiar. José Antonio Raffo es un diamante del teatro que logró brillar en televisión con las breves intervenciones del cabo Andrade, divertido, no se puede perder y lo que era una apuesta, Steffi Méndez, para mi gusto, fue creciendo en la interpretación, bien logrado.

  Algo del que no solo adolece esta teleserie es el cambio programático, los eternos resúmenes y micro capítulos que finalmente agota al espectador y pone en riesgo la confianza brindada a la producción de turno y al propio canal.

  Un final que dejó atrás la caricaturización inicial y volcó a una realidad que no todos aceptaron, que dejó la sensación de ser inconcluso, algo deslucido tal vez luego del torrente de emoción vividos en capítulos anteriores.

  

 Una teleserie cuya misión fue hacer reír y lo logró, cuando se propuso hacer llorar, también lo logró, ese es un gran mérito, expuso problemáticas, aunque con poco fondo. Presentó personajes queribles en su mayoría. Solo el tiempo dirá si es que "Pobre Gallo" va a ser recordada y de qué manera. 

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