Realizada por Wood Producciones y emitida por Canal 13, la serie que en las primeras temporadas tuvo financiamiento del CNTV nos transportó al pasado, llenándonos de nostalgia, sobre todo en las primeras temporadas, en donde pudimos revivir y/o conocer el Chile de aquellos años, la moda ochentera, la citroneta, la Free, los viejos pascueros en la plaza de armas, las estrellitas, el actuar grosso, los flipper, los cortes de luz, un país políticamente dividido y los grandes sucesos de la década se mezclaban con astucia con la trama central, la cotideanidad de una familia de clase media, la cual siempre estuvo cargada de emociones.
Terminó "Los 80" dejándonos muchos recuerdos de escenas memorables, por siete temporadas fuimos parte de la familia Herrera, nos angustiamos cuando Juan le contaba a Ana que estaba cesante, cuando Martín estuvo a punto de repetir de curso, la alegría fue máxima cuando Juan encontró trabajo, sufrimos cuando se terminó el sueño de Martín de convertirse en aviador, aunque disfrutamos la vez que voló una avioneta, nos reímos cuando Félix y Brunito, que aún usaba parche en el ojo, pensaban que era Claudia la embarazada cuando en verdad era Ana, la cual estuvo a punto de morir al tener a Anita, estuvimos de duelo con la muerte de Gabriel, nos desesperó ver a Claudia atada y amordazada a centímetros de su padre, odiamos al falso hermano de Juan y al hijo de don Farid, nos reímos con don Genaro y Petita, nos vimos reflejados en la recreación del terremoto del 85 más aún que en la vida real habíamos tenido uno propio, disfrutamos el matrimonio de Nancy y Exequiel, todos apoyamos a Félix en su primera pena de amor, nos emocionó el llanto de Juan con la figura del Llanero Sotitario tallada por su padre, las navidades eran nostálgicas, las preguntas indiscretas de Anita nos hacían reír, impensado era ver cuando Juan se fue de la casa, todo un misterio se convirtió el personaje al que Félix adulto iba a visitar al cementerio y todos esperábamos el beso de reconciliación de Ana y Juan, entre otros momentos que cada uno conserva de esta serie que fácilmente se ganó nuestro cariño, porque estaba bien hecha, hubo dedicación, cariño, las ganas de hacer las cosas bien y eso traspasó la pantalla convirtiendo a esta premiada producción en una joyita audiovisual que fuimos privilegiados de ver.
Daniel Muñoz es un monstruo de la actuación, un verdadero camaleón, capaz de comunicar sin hablar, solo con la gestualidad, Juan Herrera ya es un ícono del género, todos queremos a Juanito. ¡Tamara Acosta es muy joven para tener hijos tan grandes! ¿Se acuerdan? Esos eran los comentarios que surgían cuando se promocionaba la primera temporada de la serie, pero luego ¡Nos encantó! Entramos en el juego de que ella era doña Ana, la dueña de casa y abnegada madre de familia, nos convenció con su actuación, La ternura y fortaleza en la interpretación de Katty Kowaleczko fue un gran apoyo dramático, lo mismo Daniel Alcaino, quien con "el compadre Exequiel" nos llevó en un viaje de comedia y drama con facilidad, Fernando Farías dejó atrás al señor Retamales (Los Venegas) pese a las similitudes, muchos lo recordaremos por don Genaro. Esta serie además tuvo buenos descubrimientos, como Loreto Aravena, Tomás Verdejo y Diego Navarrete, además de los más pequeños a quienes fue genial ver crecer en pantalla, me refiero a Lucas Bolvarán, Pablo Freire y Estrella Ortíz, la cual tuvo un reconocimiento en este blog. El cásting de Roberto Matus fue acertado, cada personaje estable o invitado fue bien logrado, con grandes actuaciones y participaciones como las de Gabriela Medina, Benito Quercia (Q.E.P.D.), Constanza Rojas, Carmen Disa Gutiérrez, Mario Horton, Otilio Castro, Nestor Cantillana, Amaya Forch, Gonzalo Robles, Emilia Lara, Catherine Mazoyer, Berta Lasala, Nelson Brodt, Diego Casanueva, Lucas Balmaceda, Benjamin Velasquez, Sebastián Arrigorriaga, Daniela Ramírez, Paulo Meza, Alejandro Goic, Nathalia Aragonese, Alejandro Trejo, Catalina Martin, Patricia Guzmán, Gloria Münchmeyer, entre otros.
Detrás de cámara grandes personajes se lucieron, Desde el productor ejecutivo, Alberto Gesswein, uno de los padres de esta serie, el equipo de guionistas liderados por Rodrigo Cuevas, Boris Quercia y Rodrigo Bazaes desde la dirección, el vestuario de Francisca Guzmán, la música incidental de Camilo Salinas, el coaching de Daniela Bolvarán, entre muchos otros profesionales que conformaron este equipo que en conjunto entregaron un producto de calidad, el cual atesoramos y esperamos cada año, el que se convirtió en comentario de los lunes y la razón por la que el tema "El Tiempo en las Bastillas" ahora tiene un valor adicional.
Una serie nostálgica, anecdótica, llena de detalles y emociones, cada temporada más compleja e intima, que supo mostrar un reflejo de la clase media desde la verdad, con naturalidad, sin maquetas, perfecciones ni ficción extrema, todo fue muy cuidado y eso se agradece, esta serie fue un regalo audiovisual, un privilegio que de paso dejó la vara muy alta a otras producciones, porque como espectadores deberíamos ser más exigentes para los productos de nuestra televisión y tener más joyitas como estas.
El final cumplió la fantasía de muchos en estas temporadas, ver a los Herrera en la actualidad. saber en que estaban, verlos frente a la actual tecnología, comprobar que los hechos del pasado repercuten en lo que somos en el presente, algo que cada temporada nos iba señalando con las experiencia que adquirían los integrantes de la serie, ya que no partían de cero como en otras series, aquí todo era un aprendizaje, incluso en las dos últimas temporadas veíamos a personajes de ciclos pasados regresar a la vida de los protagonistas.
Terminó "Los 80" dejándonos muchos recuerdos de escenas memorables, por siete temporadas fuimos parte de la familia Herrera, nos angustiamos cuando Juan le contaba a Ana que estaba cesante, cuando Martín estuvo a punto de repetir de curso, la alegría fue máxima cuando Juan encontró trabajo, sufrimos cuando se terminó el sueño de Martín de convertirse en aviador, aunque disfrutamos la vez que voló una avioneta, nos reímos cuando Félix y Brunito, que aún usaba parche en el ojo, pensaban que era Claudia la embarazada cuando en verdad era Ana, la cual estuvo a punto de morir al tener a Anita, estuvimos de duelo con la muerte de Gabriel, nos desesperó ver a Claudia atada y amordazada a centímetros de su padre, odiamos al falso hermano de Juan y al hijo de don Farid, nos reímos con don Genaro y Petita, nos vimos reflejados en la recreación del terremoto del 85 más aún que en la vida real habíamos tenido uno propio, disfrutamos el matrimonio de Nancy y Exequiel, todos apoyamos a Félix en su primera pena de amor, nos emocionó el llanto de Juan con la figura del Llanero Sotitario tallada por su padre, las navidades eran nostálgicas, las preguntas indiscretas de Anita nos hacían reír, impensado era ver cuando Juan se fue de la casa, todo un misterio se convirtió el personaje al que Félix adulto iba a visitar al cementerio y todos esperábamos el beso de reconciliación de Ana y Juan, entre otros momentos que cada uno conserva de esta serie que fácilmente se ganó nuestro cariño, porque estaba bien hecha, hubo dedicación, cariño, las ganas de hacer las cosas bien y eso traspasó la pantalla convirtiendo a esta premiada producción en una joyita audiovisual que fuimos privilegiados de ver.
Daniel Muñoz es un monstruo de la actuación, un verdadero camaleón, capaz de comunicar sin hablar, solo con la gestualidad, Juan Herrera ya es un ícono del género, todos queremos a Juanito. ¡Tamara Acosta es muy joven para tener hijos tan grandes! ¿Se acuerdan? Esos eran los comentarios que surgían cuando se promocionaba la primera temporada de la serie, pero luego ¡Nos encantó! Entramos en el juego de que ella era doña Ana, la dueña de casa y abnegada madre de familia, nos convenció con su actuación, La ternura y fortaleza en la interpretación de Katty Kowaleczko fue un gran apoyo dramático, lo mismo Daniel Alcaino, quien con "el compadre Exequiel" nos llevó en un viaje de comedia y drama con facilidad, Fernando Farías dejó atrás al señor Retamales (Los Venegas) pese a las similitudes, muchos lo recordaremos por don Genaro. Esta serie además tuvo buenos descubrimientos, como Loreto Aravena, Tomás Verdejo y Diego Navarrete, además de los más pequeños a quienes fue genial ver crecer en pantalla, me refiero a Lucas Bolvarán, Pablo Freire y Estrella Ortíz, la cual tuvo un reconocimiento en este blog. El cásting de Roberto Matus fue acertado, cada personaje estable o invitado fue bien logrado, con grandes actuaciones y participaciones como las de Gabriela Medina, Benito Quercia (Q.E.P.D.), Constanza Rojas, Carmen Disa Gutiérrez, Mario Horton, Otilio Castro, Nestor Cantillana, Amaya Forch, Gonzalo Robles, Emilia Lara, Catherine Mazoyer, Berta Lasala, Nelson Brodt, Diego Casanueva, Lucas Balmaceda, Benjamin Velasquez, Sebastián Arrigorriaga, Daniela Ramírez, Paulo Meza, Alejandro Goic, Nathalia Aragonese, Alejandro Trejo, Catalina Martin, Patricia Guzmán, Gloria Münchmeyer, entre otros.
Detrás de cámara grandes personajes se lucieron, Desde el productor ejecutivo, Alberto Gesswein, uno de los padres de esta serie, el equipo de guionistas liderados por Rodrigo Cuevas, Boris Quercia y Rodrigo Bazaes desde la dirección, el vestuario de Francisca Guzmán, la música incidental de Camilo Salinas, el coaching de Daniela Bolvarán, entre muchos otros profesionales que conformaron este equipo que en conjunto entregaron un producto de calidad, el cual atesoramos y esperamos cada año, el que se convirtió en comentario de los lunes y la razón por la que el tema "El Tiempo en las Bastillas" ahora tiene un valor adicional.
Una serie nostálgica, anecdótica, llena de detalles y emociones, cada temporada más compleja e intima, que supo mostrar un reflejo de la clase media desde la verdad, con naturalidad, sin maquetas, perfecciones ni ficción extrema, todo fue muy cuidado y eso se agradece, esta serie fue un regalo audiovisual, un privilegio que de paso dejó la vara muy alta a otras producciones, porque como espectadores deberíamos ser más exigentes para los productos de nuestra televisión y tener más joyitas como estas.
El final cumplió la fantasía de muchos en estas temporadas, ver a los Herrera en la actualidad. saber en que estaban, verlos frente a la actual tecnología, comprobar que los hechos del pasado repercuten en lo que somos en el presente, algo que cada temporada nos iba señalando con las experiencia que adquirían los integrantes de la serie, ya que no partían de cero como en otras series, aquí todo era un aprendizaje, incluso en las dos últimas temporadas veíamos a personajes de ciclos pasados regresar a la vida de los protagonistas.
Hasta siempre familia Herrera, gracias a todos los que hicieron posible
"Los 80"
Felicitaciones.
¿QUÉ TE PARECE?
Gran serie, gran comentario, grande todo, en una palabra: Espectacular.
ResponderBorrarExtrañaba tu comentario de la serie, como siempre muy acertado, para mi la mejor serie de la historia de la tv chilena, porque tocaba tus sentimientos, eso es impagable, hace tiempo no lloraba con una serie o teleserie y esta cada año provocó que corrieran lágrimas..
ResponderBorrarGran serie. Gracias Mrtv por hacer un reconocimiento a esta gran serie. Todo fue excelente, naea que decir. Hasta siempre Los 80.
ResponderBorrarGran serie, totalmente de acuerdo con sus palabras, pero la actriz se llama Loreto Aravena y el actor que salió no es Alejandro Goic sino que Alejandro Trejo :)
ResponderBorrarAlejandro Goic sí participó en esta serie, frente y detrás de cámara.
BorrarAlejandro Goic si salió, fue un exiliado retornado en la primera temporada
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