"LAS VEGA'S" Seducción, Droga y humor

 Exactamente a cuatro meses de su debut, concluyó la tercera teleserie nocturna de Canal 13, con una historia que no pasó desapercibida en el público ni en la prensa.

Es innegable el preponderante rol femenino en el mundo laboral en estos años, aquellas mujeres que valiéndose de sus fortalezas salen adelante, dejando atrás aquel cartel que las denominaba "El sexo débil" y eso es lo que en parte nos muestra esta teleserie a través de la madre y sus hijas, las Vega, quienes luego de la pérdida del patriarca, tener muchas desilusiones y ver amenazadas sus pertenencias por las deudas no se echan a morir, todo lo contrario, se reinventan, dejando atrás miedos y prejuicios, si a eso le ponemos el gancho de atractivos cuerpos masculinos, invirtiendo los roles, rompiendo el paradigma, siendo ellos el deseo sexual y las féminas quienes toman las decisiones, el resultado fue llamativo.

  El poner a hombres como centro del deseo fue una gran estrategia y algo ya probado, es cosa de recordar como hace diez años las mujeres se robaban los afiches y póster promocionales de la teleserie "Machos" del mismo canal, con ese antecedente, el poner a atractivos galanes como en aquella ocasión, que nos mostraran sus problemas y miedos, pero con mucho menos ropa, era éxito casi seguro, lo cual generó conversaciones como lo reprimido en el ámbito sensual de los varones, el miedo a seducir, a preocuparse de si mismos, pese a que los llamados metrosexuales de a poco han ido surgiendo; Además de mostrar una realidad que muchos esconden y/o castigan, la mujer moderna, escoge, elige, seduce, se divierte y no por ello es inmoral.
 

La visión comercial de "Las Vega's" no es cuestionable, ya que no solo se quedó en lo estético, sino que está respaldada por una trama llamativa y bien construida.

  La historia de Sergio Díaz, Patricio Heim, Nicolás Wellmann, Jonathan Cuchacovich, Bárbara Zemelman y Catalina Calcagni es atractiva, pero se estancó en un comienzo, parecía no avanzar, dándole mayor preponderancia a la anécdota; La construcción de personajes es correcta y armoniosa, parece que ninguno sobra, cada uno tuvo su momento y lo más importante, la teleserie cumplió con entretener.

 

La producción dirigida por Roberto Rebolledo tuvo aciertos en la música, ambientación y montaje, como también lo fueron sus personajes, uno de los más llamativos a mi parecer es "Carlitos" interpretación de Cristobal Tapia Montt, que aunque no lo parezca, está lejos de ser caricatura, creando un estereotipo de joven semi marginal, que suele provocar rechazo y que lo hizo sumamente querible, entretenido y real, ya que no se quedó en la apariencia y frases cliché, sino que le proporcionó una fuerte carga emocional que logró empatizar con sus carencias y anhelos. Álvaro, interpretado por Julio Milostich, el villano de turno, que no se mostró como tal en un comienzo, fue una llamativa y lograda propuesta, ya que no fue el tipico villano con pistola en mano, sino un tipo oscuro, con dinero y muchos contactos que le daban poder, causaba miedo, ya que cualquiera se podía ver perjudicado.

  Agradezco que reservaran la acción para el último capítulo, lo cual generó el interés de verlo y las ganas de no apartarse del televisor, aunque también es cuestionable el poco riesgo al dejar historias abiertas e inconclusas.

  Una teleserie que pese a sus atractivos careció de fuerza, aunque lo que pasó en "Las Vegas" no se quedará en "Las Vegas" sino que en el recuerdo del público que de seguro se acordará de lo anecdótico de esta producción.

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