"LA DOÑA" Desaprovechando recursos

El pasado miércoles se emitió el último capítulo de "La Doña", la tercera teleserie nocturna de Chilevisión, la primera de Claudia Di Girólamo en el canal. Una apuesta criticada, que nos dejó de dulce y agráz.

Desde un comienzo se dijo que la teleserie sería una fantasía de época, pero las espectativas eran otras, al saber que se centraría en la história de la legendaria Quintrala, ver los fascinantes vestuarios y con el antecedente de una serie de 1987 que está grabada en la memoria de los chilenos, muchos esperabamos ver una recontitución de hechos que nos transportaran a la época colonial y sus hábitos, lo cual no ocurrió del todo al oir diálogos actuales, mezcla de modernidad e historia, un guión liviano y efectista, acompañado por una edición que convirtió a la producción en un eterno resumen de teleserie.

La justificación del exceso de desnudos de mostrar un época salvaje, dominada por las pasiones, no era consistente, más aún viniendo de un canal que ha hecho las escenas de alcoba y el destape en un referente obligado de sus series y teleseries; Los desnudos no son criticables, era una propuesta, pero la intención de mostrar escenas salvajes y sensuales como los referentes brasileños no se concretaron, transformando a la teleserie en una seguidilla de desnudos y al espectador en un voyerista, haciendo que perdiera protagonismo lo que en verdad debió importar, la historia.

El guión fue muy débil, a pesar de contar con un personaje tan potente como la Quintrala, no hubo un real aprovechamiento de ella, la trama de 92 capítulo se dió vuelta en lo mismo, en la clásica persecución del gato al ratón, la latifundista haciendo daño y cuando la iban a descubrir se salva y así toda la teleserie, lo que parecía anécdótico al comienzo, resultó algo agotador y predecible, era como ver un capítulo nuevo de "El Correcaminos" sabemos que el coyote no cumplirá su meta. En general los personajes tampoco sufrieron muchos cambios, seguían marcando la misma tecla del comienzo, quizás el cambio más radical fue el que sufrió Rosario, de ser una dulce jovencita pasó a ser la copia de su tía Catalina.

Los errores históricos no debiese ser tema, ya se dijo que era una adaptación y fantasía, aunque da pena el haber desaprovechado un gran presupuesto, hermosos vestuarios, entorno colonial y gran elenco en un experimento que da la sensación que no fue bien delineado.

Gran acierto fueron las temáticas tratadas en "La Doña". todas muy actuales, los que nos debería hacer cuestionar la poca evolución que hemos tenido, la discriminación, igualdad, pedofilia, adopción homosexual, entre otros se tocaron en la teleserie, poniendo en la mesa temas que hasta el día de hoy se discuten.

Las actuaciones fueron dispares, sin duda fueron las féminas las que se lucieron en sus interpretaciones, partiendo por Claudia Di Girólamo, quien aparecía en la mayoría de las escenas, logró registros nuevos, su presencia era tan potente que cada gesto comunicaba, simplemente magnifica. Destacar también a Paloma Moreno (Isadora), Roxana Campos (Aylén), Catalina Pulido (Perpetua) y Javiera Hernández (Beatríz) La presencia masculina se vió disminuída, no hubo una contraparte masculina que le hiciera el peso a "La Doña" en su mayoría fueron deficientes, salvo Cristián Carvajal, quien volvió a sorprender, mutando del cruel villano de "Manuel Rodriguez" al bueno y atormentado Fray Domingo; Pablo Krögh como el inquisidor se hizo odiar y Antonio Campos logró una muy buena interpretación de Nicolás, el escribano homosexual, lamentable que no haya tenido un partner a la altura para el rol.

FINAL

Catalina expresó durante toda la teleserie el deseo de ser madre, al ver que no podía concebir, se apropió de la crianza de Rosaerio, pero era solo su sobrina, intentó robar al hijo de Perpetua sin lograrlo, la maternidad era algo que la frustraba, hasta que quedó embarazada del gobernador, pero al dar a luz, su hijo, nace muerto, un gran castigo para esta villana, en donde por primera vez en la teleserie la vimos sufrir realmente, para muchos el castigo no fue suficiente, pero más no podía ser, sería cambiar la historia y a pesar de ser una versión en extremo libre, el que la cruel latifundista pagara sus pecados con cárcel o la muerte hubiese sido imperdonable.

El terremoto del capítulo final solo fue algo efectista y simbólico, dejando registro que ocurrió, siendo intracendente para la trama y el destino de algún personaje... Mal.

¿Qué nos deja "La Doña"? Una teleserie nocturna de gran espectativa, cuya relevancia se centró en los desnudos, un indio transformado en ícono sexual, una Quintrala más humanizada, la primera teleserie de Chilevisión de Di Girólamo y al parecer la última de Alfredo Castro (Según sus dichos), una edición que convirtió a una teleserie en un video clip o un eterno resumen, una trama facilista y reiterativa y un enorme cuestionamiento del rumbo que adquieren las producciones nacionales.

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