FINAL MANUEL RODRIGUEZ

Y lo mataron! Todos sabíamos el final de la historia, pero lo atractivo era saber como llegabamos hasta ahí o si finalmente llegaríamos, pués entre tantas modificaciones, perfectamente pudieron cambiar el desenlace por uno feliz o final abierto.

La primera teleserie de época de Chilevisión no fue un éxito de ráting, pero sí de gran calidad, quizás con problemas de ritmo, pero los últimos capítulos fueron un lujo, escenas rápidas, llenas de acción, actuaciones más que impecables, musicalización acorde y emociones a flor de piel, todos nos uniamos por la patria, ese impetu de justicia se transmitió a través de la pantalla y se agradece...Si solo hubiese empezado así...

Hubo actuaciones sorprendentes como es el caso de Cristian Carvajal, el temido capitán Vicente San Bruno, sobervio, un gran villano, muy humano pese a todo; Tiago Correa sorprendió con su interpretación del bandido José Miguel Neira, creible, bruto, agresivo, sin caer en la sobre actuación ni en la maqueta, se entregó al personaje y le creimos; Luz Jimenez siempre emocionandonos con su gran talento y como María Loreto Erdoiza y Aguirre, la Madre de Manuel, volvió a ponernos la piel de pollo más de una vez; Natalia Aragonese derrochó ternura y talento a través de Pascuala, Catalina Pulido se mostró cómoda en el rol de Paula de Salas y Velasco, mostrando gran pasión; Entre los debutantes Paloma Moreno y Antonio Campos destacaron, mostrandose impecables en sus personajes, Catalina y Juan José respectivamente. Ricardo Fernández tuvo varios detractores cuando se anunció como el nuevo Manuel Rodriguez, no fue el más optimo por su estilo de actuación distante, pero se involucró con su personaje logrando escenas notables, creibles fueron sus lágrimas finales, las cuales transmitieron emoción.

LO QUE PASÓ: Los patriotas ganaron a los realistas, trás duro enfrentamiento, O'Higgins (Rolando Valenzuela) llega glorioso a la capital y condena a San Bruno (Cristián Carvajal) a la ejecución, muere en la plaza mayor, Marcó del Pont (Alfredo Castro) fue exiliado, Obispo (José Soza) dispensa a Bernardo (Francisco Medina) quien se queda con su amada Catalina (Paloma Moreno) Doña Paula (Catalina Pulido) sigue a Don Mateo (Willy Sembler) en su destierro, José Miguel Neira (Tiago Correa) se queda con su amada Mikaela (Mariana Loyola), Eusebio (Juan Pablo Ogalde) es libre y pide en matrimonio a Pascuala (Natalia Aragonese) paralelamente Manuel (Ricardo Fernández) enfrenta a O'Higgins por exiliar a don Mateo y mostrarse tan dictador como los españoles, por lo que el director supremo lo manda a arrestar, ofreciendole la embajada de Estados Unidos, pero Rodriguez no acepta y es encarcelado, una noche se escapa y se casa en secreto con Francisca (Francisca García) al otro día es trasladado a la cárcel de Quillota, pero en un descanso cerca de Til Til ve que una pistola le apunta, para su sorpresa, es su gran amigo y compañero de estudios, Juan José Guzmán (Antonio Campos) quien lo traiciona y le dispara dandole muerte, rato despues su esposa Francisca encuentra el cuerpo, se unen sus compañeros de aventuras a llorar su muerte. Pasan unos años y Francisca va hasta la tumba de Manuel junto al hijo de ambos (Juan Esteban Rodríguez Segura) quien corre libre, como era el deseo de su difunto padre.

El final fue emotivo, con toques de sorpresa en el autor del disparo, ya que se filtró a través de la prensa (La Tercera nuevamente) que Rodriguez moriría como fue en la historia (o más o menos) Extrañabamos un final dramático luego de una seguidilla de finales abiertos y conciliadores, las historias paralelas tuvieron un final consecuente a la trama y eso se agradece.

Modificaciones y licencias históricas hubo por mil, desde personajes que estaban y según la historia ya no, como es el caso de José Miguel Neira, quien lloró la muerte de Rodriguez cuando, según la historia, él ya había sido fusilado o la muerte de Manuel, quien cuenta la historia fue muerto por un traicionero balazo en la espalda, en cambio aquí el disparo fue de frente y la traición se reflejó en la identidad de su ejecutor, su mejor amigo.

Manuel Rodriguez tuvo el gran logro de contar la historia del guerrillero patrio mezclando lo que sabemos (enseñado en el colegio o los libros) con ficción, haciendola atractiva, dandonos una fantasía de "como pudo ser".

El final fue con el gran sello Sabatini (Excepto el clásico chananá...) con mucha acción, emoción y consecuente con la historia de los personajes.

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