MARTÍN RIVAS...La novela de Blest Gana estilo Titánic

La nueva teleserie de TVN dirigida por María Eugenia Rencoret y basada en la novela de Alberto Blest Gana conserva muy poco del libro "Martín Rivas", quizás el título, el nombre de sus personajes y ciertas problematicas tan solo, pués son tantas las modificaciones que ha tenido, que no podemos hablar de una adaptación de la obra del padre de la novela chilena.

Es ágil, entretenida, fresca, romántica, anecdótica y sorprendente en su ambientación, además la razón por la que muchos la verán es que en esta encontrarán identificación, pués a pesar de estar situada en el año 1850 los problemas sociales que muestran se mantiene hasta nuestros días ¿Quién no se ha sentido viviendo una injusticia como Martín Rivas? las diferencias sociales, el clasismo, la falta de oportunidades y preferencias de todo tipo que se ven en la producción son tan contingentes que da vergüenza la poca evolución.

Destacado es el despligue escenográfico y ambientación histórica, desde la reproducción de la plaza de Armas de Santiago del siglo XIX, hasta el interior de las casas, los muebles, los vestuarios y el vapor (La Esmeralda) que solo embelleció el comienzo de esta producción.

En las actuaciones hay más de una sorpresa, partiendo por la protagonista, María Gracia Omegna (Leonor) quien despliega encanto, talento y seguridad al abordar el personaje, mucho mejor que la caricaturizada Meche de "Lola" y la casi invisible y limitada Pilar de "Corazón Rebelde", otro que se sacude de sus anteriores roles es Álvaro Gómez (Clemente), el eterno cabeza de músculo y galán de barrio de Chilevisión ahora se luce como el gran villano de esta historia, haciendolo creíble y odiable, pese a que el personaje daba para crear una maqueta, una gran oportunidad para mostrar su versatilidad; Héctor Moráles (Tte. Castaños) ha sabido darle matíz a un personaje que en sí era algo plano, con ese acento amurrado, muy reconocible entre los pueblerinos, además usando juegos de palabras para afirmar sus ideas lo hacen algo querible pese a ser uno de los villanos, Emilio Edwards (Hans) tambien promete un gran rol, Carolina Arredondo brilla y encanta en ese tierno rol, mostrandonos que es capáz de mutar, ya que Lidia es muy distinta a Camila de "Los Venegas", Delfina Guzmán (Candelaria) se roba a ratos el protagonismo con su despliegue actoral que llena la pantalla y se agradece que Mauricio Pesutic (Dámaso) regrese a los roles serios, Álvaro Espinoza (Agustín) repite su rol de "Pampa Ilusión" Ricardo Fuenzalida, al parecer el actual personaje literario fue inspiración para el primero. Diego Muñoz (Martín) en cambio, no se ve del todo cómodo con el personaje, se reinventó el personaje no así el actor, esperemos que con el transcurso de los capítulos veamos una evolución.

Como decía, del Martín Rivas de la novela muy poco queda, el original es tímido e inseguro en un comienzo, no contestatario como el de la teleserie, casi no se ve contraste con Leonor como es la idea, la cual por cierto es descrita por Blest Gana como "de hermosa cabellera negra" totalmente opuesta al blondo look que vemos en pantalla, dos ejemplos de los muchos radicales cambios, los personajes bien se pudieron llamar Jack Dawson (Martín), Rose DeWitt Bucater (Leonor) y Caledon Hockley (Clemente) protagonistas del "Titanic" de donde la inspiración es notoriamente más fuerte, incluso la atmósfera de los primeros minutos en la Esmeralda nos recuerda dicha producción, lo cual decepciona a los amantes del libro y nos hace alertar a los escolares, para quienes la novela es material obligado, no guiarse por la teleserie y leer el libro, Quizás uno de los méritos de "Martín Rívas" enmarcada dentro de las producciones del bicentenario es que invite a los espectadore a leer.