LOS 80

La nueva apuesta de canal 13 tiene a cada segundo (frame a frame) un aire de nostalgía, hay recuerdos en cada elemento y diálogo que se ven en pantalla, los flipper, la citroneta, el tambor con la maquinita para comprar el aceite, la bebida Piña Nobis, el Cerelac, la radio cassette, el "bautiza'o", "a la matita", "la tele a color", las zapatillas North Star pintadas de blanco con el renovador y pegadas con neoprén, entre muchas cosas que hicieron el deleite de esta serie, reconozco que en un principio hubiese preferido un filtro para situarme en una serie de época, ya que el bombardeo de elementos ochenteros no eran suficientes, pero poco a poco me metí en la "taquilla" de esos años, si bien el ritmo inicial fue un poco lento, luego se agradece, ya que en esos tiempos así era todo, pausado, cotidiano, descriptivo, de más diálogo y más comunicación.

Esta serie nos muestra los gratos y duros recuerdos de la época a través de las vivencias de la familia Herrera, un clán de clase media que día a día se adapta a los cambios de esos años, clasica es la escena en que todos comen en familia, en que opinan de la situación política de esos años (imposible omitirla) con frases como "Los milicos tienen la media escoba con la economía" o "Usted no sabe como era antes, ahí si que estaba la escoba" y un padre que con un golpe en la mesa y una mirada severa pone orden diciendo "en la mesa no se habla ni de política ni de plata" seguido por la actitud conciliadora de la madre. Daniel Muñoz (Juan) excelente como aquel padre comprensivo, hogareño y que esconde el temor de no poder cumplir ante su familia, Tamara Acosta se luce en el rol de Ana, con sus llantos de emoción, comprensiva, que lleva una casa de manera servcial y esforzada, aunque no le creo la edad que representa en la serie; los hijos bien, tanto Loreto Aravena (Claudia) como Tomás Verdejo (Martín) interpretan a cabalidad sus roles, pero sin lugar a duda es Lucas Escobar, quien interpreta a Félix, el menor de los hermanos, quien se lleva los aplausos, ya que su actuación emociona (gran llanto) llevandonos de la ternura a la risa sin problema. Ningún personaje sobra, todos hasta ahora bien logrados.

Esta serie es una pequeña joyita, gran acierto de Andres Wood, Boris Quercia y canal 13, bien que le hayan dado una gran tribuna (no como a la Ofis) tiene muchos logros, ambientación, guión, vestuario (no parecen disfrazados), actuación, dirección, producción, etc. ojalá siga en ascenso en sus 10 capítulos ya que para muchos los guiños ochenteros llenos de nostalgia de esa época son impagables y se agradecen.